El rol de los gerentes como líderes que involucran, facultan, delegan, preparan e inspiran.
A medida que las organizaciones se aplanan y delegan mayor responsabilidad, autoridad y autonomía para la fuerza de trabajo, el rol de los gerentes de personas (a diferencia del de los dueños de procesos) aumenta en importancia. Para su fuerza de trabajo, ellos son entrenadores y mentores que energizan a las personas, eliminan impedimentos, resuelven conflictos, y comunican la visión corporativa. La cultura de la organización vive a través de ellos. También hay una gran diferencia entre gerentes de personas y gerentes de procesos tradicionales, pues ahora se espera que el equipo decida y autocorrija su propio trabajo.
Un estudio reciente de Gallup mostró que solo el 12% de los empleados estaban activamente comprometidos en el trabajo. Y, tal como era de esperarse, los gerentes de personas fueron los que tuvieron mayor impacto. Los gerentes representan el 70% de la varianza en el compromiso de los empleados.
En el extremo pionero de la agilidad de negocios y, en particular, de la Administración de la Gente, existe el concepto de autoorganización; equipos o divisiones donde cada uno asume la responsabilidad gerencial. Aunque esto requiere un importante nivel de madurez en todos los dominios de agilidad de negocios, La auto-organización toma la posición que, como lo expresa Drucker:
“todo hombre se ve a sí mismo como un "gerente" y acepta por sí mismo la carga total de lo que básicamente es responsabilidad de la dirección: responsabilidad por su propio trabajo y del equipo de trabajo, por su contribución al desempeño y resultados de toda la organización y para las tareas sociales de la comunidad laboral”
Los equipos auto organizados permanecen alineados a la estrategia y expectativas de la compañía, por ser responsables de resultados de negocio específicos y medibles.
Tu meta es crear y soportar a la capa administrativa
Desarrollar una mentalidad ágil
Una mentalidad y cultura ágil es un principio central de la agilidad de negocios y es una de las primeras áreas que necesitas fomentar en tus líderes. Rediseña tus políticas y estructuras de gobierno corporativo para promover una mentalidad de crecimiento, el sentido de unidad, de un propósito único, y el sentido de propiedad personal de los resultados del trabajo. Si la agilidad de negocios es verdaderamente importante para tu organización, los gerentes deben modelar una mentalidad ágil para sus equipos.
Construir empatía
Empatía, la capacidad de entender y relacionarse con los sentimientos, pensamientos, y experiencias de otra persona, es una habilidad crítica para los líderes en todas las organizaciones Esto es especialmente cierto para los líderes en organizaciones ágiles. A medida que el liderazgo en estas organizaciones se desplaza de un comando de arriba hacia abajo y estructura de control, a uno donde se delegue la autoridad y los equipos y los individuos se auto gestionan, la capacidad de liderar efectivamente se vuelca cada vez más hacia la influencia y la persuasión. Los líderes ágiles deben ser capaces de relacionarse con quienes quieran influir para tener éxito.
Delegar resultados
El lugar más poderoso para iniciar es cambiar de delegar acciones a delegar resultados. Contratas a grandes personas y esperas que sean profesionales, competentes y que desarrollen experiencia. Entonces les dices que hacer; "Necesito este informe para el viernes". En su lugar, da a la gente la propiedad de los resultados; “Necesitamos convencer a nuestros ejecutivos para que financien esta iniciativa”.
Este cambio es primordial para construir una organización ágil. Como las personas más cercanas al cliente, tus equipos tienen un gran conocimiento operacional. Así, las decisiones operativas de qué trabajo hacer (y cuándo) deben estar en el equipo.
Considerando que, el administrador de personas comunica la visión estratégica, establece el resultado del negocio y las métricas asociadas, y luego asegura que el equipo tiene todo lo que necesita para alcanzar el resultado.
A los gerentes les importa que las personas tengan información relevante, que actualicen sus habilidades y que sean competentes para hacer su trabajo.
Los gerentes entrenan individuos y desarrollan habilidades y comportamientos complementarios (por ejemplo, diversidad e inclusión, resiliencia, reconocimiento de sesgos cognitivos, etc.).
Los gerentes invierten activamente en la comprensión de toda la persona como un todo, más allá de las habilidades y las capacidades.
Los gerentes creen que parte de su rol es desarrollar personas (por ejemplo, a través de retroalimentación clara y constructiva) para que sean la mejor versión de sí mismos.
Los líderes delegan el trabajo a sus equipos con claridad respecto a las expectativas de como entregarlo.
Los líderes apoyan a los equipos en localizar la toma de decisiones operativas (dentro del equipo) para reducir las líneas de comunicación y posteriores retrasos incurridos.
Los líderes se centran en la autonomía del equipo y en la seguridad individual, desarollando el talento de sus equipos, reduciendo las brechas de habilidades y eliminando cualquier impedimento en el camino de sus equipos.
Los equipos tienen el poder y la responsabilidad de decidir cómo lograr los resultados de negocio (qué trabajo hacer, que producto construir, etc.) en alineación con su misión.